sábado, 31 de diciembre de 2011

II SUBIDA AL CASTILLO DE LA VALL D'UIXÓ, TODO UN ÉXITO.

 Hoy hemos realizado la II SUBIDA AL CASTILLO DE LA VALL D'UIXÓ, organizada por nuestra asociación "MUNTANYES DE LA GUERRA-GEBAL".


Unos cincuentas amantes del senderismo, nos dimos cita a las 8.30h, para subir al castillo, una bonita excursión con un día claro, con una buena temperatura y visibilidad.
Carlos Mallench, un año más nos explicó todo lo que sucedió en estas tierras un 31.12.1938, en donde se originó una fuerte batalla, para conquistar dicha posición militar.

HECHOS HISTÓRICOS:
El 31 de diciembre de 1938 iba a ser diferente, fue la jornada escogida por el Ejército Nacional (tropas franquistas) para tomar posesión del Castell de Noguera, una infraestructura y monte estratégico, que sumar al control de las montañas más próximas que ya tenían. 
Eran las siete de la mañana de aquel 31 de diciembre y el movimiento comenzó a percibirse con la artillería de los Nacionales desde Artana y Eslida como preludio a la ofensiva sobre el castillo que comenzó a las ocho de la mañana desde varios ámbitos a la que siguió el asalto por tropas del 4º Tabor de Regulares de Ceuta nº 3 y del Tabor de la Metal-la de Gomara (ambos de la 83 división) con objetivo de ocupar el “Puntal Redó”, defendido por la 299 Bon. de la 75 Brigada Mixta republicana. 
La 55 División con los Batallones 10 y 11 de carros nº 2 con fueron los encargados de la misión de llegar y tomar el Castell que estaba defendido por 4 Compañias del 299 Bon. 
Los militares de ambos bandos combatieron durante toda la jornada, hasta las seis de la tarde, hora en la que los Republicanos perdieron el Castillo de Noguera. Una hora más tarde hicieron un intento por recuperarlo, pero fue en vano. También lo intentaron el 1 y 2 de enero, pero sin resultados. 
Los Nacionales tomaron un punto de control estratégico para acabar de definir el resultado final de la guerra, y es más, aquella noche, en la Nochevieja, tuvieron que subir hasta el castillo la munición, comida y armamento, pues las mulas de carga no podían acceder por el escarpado terreno.

Damos las gracias a todos los compañeros y compañeras que nos han acompañado en el día de hoy.

Para ellos y para todos BUEN AÑO 2012



PARA VER MAS FOTOGRAFÍAS.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Publicación "LA VOZ DEL FRENTE. ESPECIAL ABANADES 2011", de la Asociación FRENTE DE MADRID.

Aquí les adjuntamos el enlace desde donde podreis descargaros la nueva publicación realizada por la Asociación Frente de Madrid, "LA VOZ DEL FRENTE".

LA VOZ DEL FRENTE, ESPECIAL ABANADES 2011

Este es un número especial, dedicado a "Abánades 2011", donde podreis encontrar artículos dedicados a las jornadas sobre la guerra civil española que tuvieron lugar en el municipio de Abánades los pasados 4 y 5 de junio, así como la labor que esta localidad está llevando a cabo para dar a conocer sus espacios históricos y culturales.

DON JOAQUÍN VIDAL MUNÁRRIZ, UN CORONEL REPUBLICANO EN TORREBAJA (VALENCIA).

 
Compendio para una aproximación al conocimiento del militar republicano, Jefe del XIX Cuerpo de Ejército de Levante en Torrebaja durante la Guerra Civil (1936-39).
Breve reseña extraida del blog de Alfredo Sánchez Garzón sobre el coronel Joaquín Vidal Muñárriz, jefe del XIX Cuerpo de Ejército del Ejército del Levante .
De izquierda a derecha: Tatxo Amilia, José A. Aguirre Lecube (Presidente del Gobierno de Euzkadi) y Joaquín Vidal Munárriz.
 
 
 
Joaquín Vidal Muñárriz fue destinado a la zona Centro, el 15 de noviembre de 1937 fue nombrado Jefe del XIX Cuerpo de Ejército en Levante, siendo dicho nombramiento el que le vincula con el frente de Teruel y su estancia en Torrebaja (Valencia), donde se dispuso el Mando de este Cuerpo de Ejército.
 
 
Al Coronel Vidal Munárriz el final de la guerra le sobrevino en su puesto de mando en Torrebaja, como Comandante del XIX Cuerpo de Ejército republicano de Levante, sin que interviniera en ninguna otra acción de guerra digna de nombrarse. Obtuvo la Medalla al Valor, mención que le fue otorgada el 26 de junio de 1938. Finalmente, apoyó la sublevación del Coronel Casado contra el Gobierno de Negrín.
 
 
Al terminar la guerra el Coronel Vidal Muñárriz fue apresado y juzgado por “traición” -no por "adhesión" a la rebelión, como era lo habitual-; “el fiscal pidió la pena de muerte previa degradación”. Presuntamente, un hermano suyo -el Coronel Enrique Vidal Munárriz, compañero de promoción de Franco y gobernador militar en el País Vasco-, intercedió para salvar su vida, sin conseguirlo, pues el 4 de agosto de 1939 fue ejecutado en Bilbao mediante fusilamiento.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

II SUBIDA AL CASTILLO DE LA VALL D'UIXÓ. 31 de diciembre



El próxim dissabte, 31 de dicembre, com fem habitualment i vist l'èxit de l'any passat, se pujarà al Castell de la Vall d'Uixó per a conmemorar el 73 aniversari de la batalla del 31 de desembre de 1938; aquell dia les tropes franquistes van rebre l'ordre per a atacar-lo.


Durant la pujada, el nostre company Carles Mallench, anirà explicant el que va passar per aquestes muntanyes durant eixe hivern i, una volta dalt, farà una breu conferència sobre eixe dia en concret.

El punt de sortida serà el mateix de sempre, en la carretera d'Alfondeguilla, al costat del parking del supermercat DIA, a les 8'30h. Porteu esmorçar.
 
Esteu tots convidats.

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El próximo sábado, 31 de dicembre, como hacemos habitualmente y visto el éxito del año pasado, se subirá al Castillo de la Vall d'Uixó para conmemorar el 73 aniversario de la batalla del 31 de diciembre de 1938; ese día las tropas franquistas recibieron la orden para atacarlo.

Durante la subida, nuestro compañero Carlos Mallench, irá explicando lo que pasó por estas montañas durante ese invierno i, una vez arriba, se realizará una breve conferencia sobre ese día en concreto.

El punto de salida será el mismo de siempre, en la carretera de Alfondeguilla, junto al parking del supermercado DIA, a las 8'30h. Llevad almuerzo.

Estais todos invitados.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Trincheras y Refugio en Benitandús. Salida de la Asociación (13-11-2011)




Segunda parte de la salida del día 13 de noviembre, cuando visitamos las trincheras de "El Cabezo". Para finalizar la jornada nos desviamos a Benitandús para poder visitar las trincheras que se encuentran en su término.


Éstas, al contrario que las de Villamalur, no están recuperadas y les vas perdiendo la pista entre la vegetación; lo que también permite que hayan llegado así hasta nuestros días.


Para acabar pudimos ver el refugio construido por la División 108 cerca de la población.





miércoles, 23 de noviembre de 2011

Llibre "MIGUEL CLEMENTE CERVANTES" de Carmen Rodríguez-Gerschwitz


MIGUEL CLEMENTE CERVANTES, Veratense, anónimo héroe republicano, muerto a la numantina, en la defensa del Castillo de Vall d'Uixó.


De Carmen Rodriguez-Gerschwitz, publicat en http://www.arraezeditores.com



El origen de este opúsculo es un deber de memoria hacia los anónimos héroes republicanos de los que poco se habla. Uno de ellos fue mi tío, Miguel Clemente Cervantes (Vera 1905 - Val d’Uxó 1938). Era el mayor de los ocho hijos que tuvieron mis abuelos. Miguel era ebanista, nunca se casó: su amor fue la República de la que fue ferviente defensor desde su inicio.

El 18 de julio de 1936 Miguel se encuentra casualmente en Madrid en el momento de la sublevación militar fascista, orquestada por Franco. Al día siguiente se presenta como voluntario para defender a la República y se integra en uno de los batallones de milicianos para la defensa de Madrid, en la Casa de Campo, integrado en la 75 Brigada Mixta. Aquí entró en la Escuela Militar Popular de la que salió con el grado de teniente. Miguel creía en los valores de la República, que continuaban inculcándose a los soldados en pleno frente de guerra: la cultura, la solidaridad, el respeto del individuo, del medio ambiente... Él mismo completó su formación en los talleres culturales que se organizaban entre combate y combate.

Estuvo en el frente de la Casa de Campo hasta principios del 38. En la primavera de ese año, la 75 Brigada Mixta partió hacia el frente de Levante para reforzar el dispositivo que debía impedir el avance de las tropas fascistas hacia Cataluña.

Murió el 31 de diciembre de 1938, heroicamente, defendiendo, a la numantina, la posición del Castillo de Val d’Uixó junto con otros 200 soldados de su batallón. Murieron todos frente al feroz avance de las tropas mercenarias moras. Allí se encuentran sus cenizas.

Presentació revista nº 8 ORLEY




El passat dissabte, dia 19 de novembre, van presentar el nro. 8 de la revista ORLEY de l'Associació Arqueològica de la Vall d'Uixó.

Entre els 11 treballs presentats cal destacar, pel que a nosaltres respecta, l'elaborat per: Pere Hormigos i Sánchez, Miguel Sáez Landete, Antonio Sáez Landete, Pablo Ferrer Beltrán, Estel Bosó i Domenech i Carles Mallench i Sanz, titulat:


"Almenara, inici de la línea defensiva XYZ. Catàleg del patrimoni històric militar de la Guerra Civil (1936/1939)."


Aquest treball naix de la iniciativa d'un grup de persones amants del Patrimoni, interessades en documentar totes les restes de la Guerra Civil ubicades al terme d'Almenara i la Llosa. De manera que quedara plasmada tota la feina de catalogació i estudi del Patrimoni Militar de la Guerra Civil a la zona i per poder difondre-la al coneixement de tots. Al ser un estudi molt gran, s'ha dividit el projecte en tres parts. En aquesta primera part han introduït el context de l'època i l'inventari de la línia de defensa XYZ ubicada en la costa: la marjal, la muntanyeta de Mauricio als Estanys i la muntanya Blanca. En uns pròxims números se mostrarà l'inventari dels fortins trobats i estudiats a la muntanya del Punt del Cid, la muntanyeta de Gomis, la muntanya del Castell d'Almenara i el Salt del Cavall, a més d'un estudi exhaustiu de la Llei de protecció d'aquest Patrimoni Militar, la seua valoració i corresponent posada en valor.


Si voleu saber més, aquesta és la web de l'associació http://associacioarqueologica.com/



jueves, 17 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN LIBRO "ESPÍAS Y GUERRILLEROS EN LA SIERRA DE ESPADÁN" de Clemente González (28-10-11)


Estamos en agosto de 1938, en la Sierra de Espadán. Los sublevados habían conseguido llegar al mar 4 meses antes y ahora protagonizan ataques intensivos en esta Sierra. Los dos bandos enfrentados están estabilizados en las montañas y buscan el modo de avanzar hacia la victoria. El bando republicano decide entonces infiltrar unos 300 guerrilleros “Listeristas” en territorio nacional, pero los descubren, entre otras cosas, por llevar armas distintas.
El combate duró medio día y los republicanos huyeron por las montañas, siendo perseguidos por los nacionales durante las siguientes semanas.

El inicio del libro "Espías y guerrilleros en la Sierra de Espadán" que nos presenta el propio autor es prácticamente casual, no había intención de escribir sobre esto. En su charla nos explica que estaba en el Archivo de Ávila buscando documentación cuando cayeron en sus manos, por casualidad, archivos que hablaban de estos hechos.

Fue guardándolos  y despertó en él el ansia de saber más sobre estos acontecimientos con la idea de publicar un artículo. Ese artículo fue creciendo y acabó convirtiéndose en el libro que aquí nos presenta.

Como nos explica él mismo, este libro tiene algo diferente; a la investigación histórica le suma un trabajo de campo, combinando con éxito el conocimiento histórico y el conocimiento del terreno. Así el lector puede sacar sus propias conclusiones; conclusiones desde el punto de vista histórico y afectivo, pudiendo aproximarse a aquellos hombres y poder conocer lo que allí pasó y  visitar el lugar donde ocurrieron.

Desde la Asociación Cultural “Les Muntanyes de la Guerra” agradecemos la deferencia de Clemente al elegirnos para la presentación de su libro. Esperamos tenga éxito en este y en sus próximas publicaciones.  


TEXTO Y FOTOS: S. Flich

miércoles, 16 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "DIARIO DE GUERRA. Memorias de un combatiente de la LXIV Brigada Mixta"



El pròxim dijous, 17 de Novembre, en la LIBRERÍA ARGOT (c/ San Vicente, 16. Castellón) se presenta el llibre:

DIARIO DE GUERRA. Memorias de un combatiente de la LXIV Brigada Mixta.

de Juan Francisco Fuertes Palasí.

La presentació del citat llibre i la xerrada seran a càrrec del propi autor i de l'editor.

Vos esperem allí.

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El próximo jueves, 17 de Noviembre, en la LIBRERÍA ARGOT (c/ San Vicente, 16. Castellón) se presenta el libro:

DIARIO DE GUERRA. Memorias de un combatiente de la LXIV Brigada Mixta.

de Juan Francisco Fuertes Palasí.

La presentación del libro y la charla correrán a cargo del propio autor y del editor.

Os esperamos allí.  

martes, 15 de noviembre de 2011

TRINCHERAS DE "EL CABEZO" DE VILLAMALUR. Sálida de la Asociación (13-11-11)

El domingo, aunque lluvioso a ratos, pudimos disfrutar varios de los miembros de la asociación de una escapada al pequeño cerro de "el Cabezo", en el término de Villamalur.


Gracias a la labor de vecinos desineteresados estas trincheras han sido acondicionadas y restauradas para poder disfrutar de ellas mejor, sin perderse así una pequeña parte de nuestra historia; aunque gracias también a ese "abandono" durante años es posible que hayan llegado a nosotros en ese estado tan magnífico.





Y para saber un poco de lo que allí ocurrió qué mejor que rescatar una parte de antigua entrada de este mismo blog: Trincheras de Villamalur (28.03.10)

(...) La población de Villamalur fue tomada el 24 de julio por fuerzas de la 1ª División nacionalista, que tras desplomarse la resistencia en la bolsa de Rubielos y después de un penoso avance durante meses de combates consiguió entrar en la población tras descolgarse a través de la zona de Tales. 

Enfrente tenían las Brigadas Mixtas 116, 117 y 118, que conformaban la 25 División republicana, la cual ocupaba las posiciones del Cabezo entre otras del sector. Al día siguiente, 25 de julio, el Ejército del Ebro cruzaba sorpresivamente el río y la 1ª División era requerida con urgencia para actuar en aquel otro escenario. Desde ese momento Villamalur quedaba guardada por la 108ª División nacional, que en días sucesivos penetraría a través de la zona denominada Pinares de Villamalur para formar una línea de resistencia estable más allá del vértice Cabezo, ahora ya en manos franquistas, durante el resto del conflicto (...).



Para no fallar a la costumbre, y para ir acostumbrándonos a trabajos de fuerza, Ernesto, Pepe, Javi y Manolo (con el "apoyo" moral de Carlos) demostraron sus buenas artes en restauración y colocaron en su sitio alguna piedra desmoronada.


Para poder ver más fotografías de esta corta salida, se puede hacer aquí (FOTOS TRINCHERAS DE VILLAMALUR).

Esperamos os guste.


Texto: S. Flich y Juan Fco. Fuertes Palasí

Fotos: Silvia Flich



martes, 1 de noviembre de 2011

APARECIÓ “EL NIÑO”

A finales de 2009 en uno de los primeros artículos que aparecían en este blog hablábamos de la alimentación del soldado en los frentes. Uno de los productos básicos de su ingesta, recordaremos, fue la leche condensada donde dos fueron las marcas mas consumidas, probablemente las únicas: “La Lechera” y “El Niño”. Como ya explicamos, en la época ambas firmas comerciales procedían de la industria lechera cántabra, de modo que tras la caída de Santander a finales de agosto de 1937 ambas marcas quedaron en poder de los franquistas, de cualquier manera la abundancia de existencias del producto, habida cuenta de su larga conservación, permitió el almacenaje y suministro al bando republicano durante mucho tiempo más.
 


Cuadro de texto: Milicianos almacenando pilas de cajas de botes de leche condensada ¨La Lechera”. 
A la derecha de la fotografía se observa una caja de la marca “El Niño”.
A raíz de aquello recibimos semanas más tarde un mensaje de Miguel, en las que aseguraba que la identidad del niño correspondía a su padre, Manuel Vicente. Inmediatamente recabamos de Miguel algo más de información, dado lo entrañable de una historia que tantos años después nos permitía, en cierto modo, conocerla en todos sus detalles. Muy amablemente Miguel nos remitió algunas fotografías de su padre, “El Niño”, que al compararlas con el grabado de la marca nos permitían confirmar (con las debidas reservas que la confrontación de las imágenes requieren) la verdadera identidad del pequeño personaje de nuestra historia.  
Tras varios intentos de contactar nuevamente con nuestro informador e hijo del protagonista con la ilusión de recabar más datos, nada hemos podido seguir averiguando, pues Miguel parece rechazar nuestra invitación a ofrecernos más información. Por ello, y respetando la aparente voluntad de Miguel de no ofrecer más datos, respetuosamente omitimos voluntariamente los apellidos y de cualquier modo le agradecemos su atención.
La imagen de la marca “El Niño” respondía a la imagen fractal de un niño de corta edad que asomaba por la embocadura del bote de leche en cuya etiqueta se reflejaba de nuevo la misma imagen recursiva en bucle sin fin, ofreciendo una iconografía conocida como “efecto Droste”, imagen empleada en las carátulas propagandísticas de diversos productos comerciales, especialmente los alimenticios. En lo que respecta a la historia de la marca publicitaria, decir que en mayo de 1927 aparecía en el diario ABC un concurso en el que el lector participante debía adivinar la edad que “El Niño” tenía en el grabado, ofreciendo como pista que en aquel mismo año cumplía los tres años. Hoy, por lo tanto, Manuel Vicente debería tener 87 años.

 
Dejamos expuestas las fotografías comparativas para que nuestros seguidores opinen por ellos mismos.
 
  
Juan Francisco Fuertes Palasí

jueves, 27 de octubre de 2011

PRESENTACION DEL LIBRO, "ESPIAS Y GUERRILLEROS EN LA SIERRA DE ESPADAN"


El proper divendres dia 28 d'octubre del 2011, en el Palau de Vivel a la Vall d'Uixó, tindrà lloc la presentació del llibre:

ESPIAS Y GUERRILLEROS EN LA SIERRA DE ESPADÁN"

El citat llibre serà presentat pel seu propi autor, Clemente González

Vos esperem, estarà molt bé.

jueves, 13 de octubre de 2011

MUERTE EN LA SIERRA


Joaquín, un nonagenario vecino de Chóvar, tenía diecisiete años cuando a los pocos días de finalizada la guerra decidió darse un paseo por el castillo de Castro para curiosear. Pero no llegó a la cima. Una vez alcanzadas las estribaciones más altas comenzó a toparse con las líneas defensivas que apenas quince días antes ocupaban los defensores republicanos. Del interior de una de las trincheras pudo ver como sobresalían los restos cadavéricos de un soldado que le observaban a través de sus cuencas vacías; algo más adelante, aún enganchado en una de las alambradas, pendía otro acartonado despojo. No se atrevió a ver más, con el miedo metido en el cuerpo dio media vuelta y regresó al pueblo.
En los años cincuenta mi tío era estudiante de medicina en la facultad de Zaragoza. Durante uno de sus periodos vacacionales, junto a otro compañero, organizó alguna excursión por las vaguadas del mismo Castro buscando huesos humanos, preciadísimo material de estudio para los futuros galenos; y vaya si los encontraban. Llenando las calaveras con habas secas a través del orificio basilar y echándoles agua lograban separar los distintos huesos que conforman la bóveda craneal, consiguiendo un despiece perfecto; luego se repartían el valioso y didáctico botín.
En la que yo recuerdo mi primera salida a la sierra de Espadán en compañía de algunos amigos, allá por el año 68, unos obreros estaban abriendo o reparando una pista; al pasar por allí, mientras le daban al pico y la pala, cerca de ellos, los chavales nos quedamos mirando los restos de una cabeza humana que los trabajadores habían encontrado en un talud; uno de los operarios nos dijo:
-Si os gusta os la podéis quedar.
Por supuesto que nos la quedamos, pero una vez en casa, cuando mi padre la descubrió días después, nos hizo quemar las “reliquias” de aquel semejante tras advertirnos de lo sacrílego de nuestra acción.
Bastante más tarde, creo que en el verano de 1980, sucedió el gran incendio de Espadán, en el que prácticamente ardió toda la sierra. Las brigadas forestales y el propio ejército que había acudido a colaborar en la extinción no podían acercarse a los fuegos, pues en ellos toda suerte de proyectiles de todos los calibres hacían explosión con el calor de los incendios.
Los relatos y los diarios personales que nos han legado cuantos lucharon en lo alto de Espadán durante aquellas sangrientas jornadas están repletos de detalles de horror que hoy al contemplar su belleza y esplendor se nos hacen inimaginables.
Los requetés de Valiño murieron a decenas intentando conquistar los famosos “Dos Tetones”, dos montículos gemelos a los pies de Rápita, testigos mudos de una tragedia cuyos vestigios sólo el paso del tiempo y la misma vegetación han conseguido borrar. El espectáculo de las reatas de mulos descendiendo por los caminos cargados de muertos debía de ser demoledor para los soldados que ahora se encaminaban a afrontar el combate hacia la primera línea.
En Tales, un proyectil republicano fue a caer sobre una caballería cargada de granadas de mano alrededor del cual se encontraba la tropa, el resultado de la tremenda explosión fue una visión espeluznante de cuerpos desmembrados. Pero los defensores rojos no lo estaban pasando mejor. Durante el bochorno estival las moscas y los insectos, excitados con el calor y con los cuerpos putrefactos, atormentaban a los soldados.
En las trincheras las carencias se manifestaban en los equipos, la indumentaria y la alimentación, muchos combatientes calzaban alpargatas completamente raídas y andaban prácticamente descalzos, la mugre de semanas se acumulaba sobre unos uniformes acartonados, los piojos proliferaban en sus costuras, la sed y el hambre desesperaban, todos los días había alguna deserción. Hacia el final de la guerra menudearon los casos de confraternización y desde las alturas de Castro los famélicos republicanos atendían a las reiteradas invitaciones de los soldados nacionales, que de aquel modo intentaban socavar su moral; descolgándose en grupos hasta tierra de nadie comprobaban las excelencias de sus raciones, las cuales devoraban con una voracidad difícil de disimular.
Hasta el final de la guerra se mantuvieron inamovibles las posiciones. El 28 de marzo de 1939, cuatro días antes del final de la guerra, los defensores comenzaron a abandonar las trincheras en grupos, nadie hacía nada por impedirlo. Los oficiales se arrancaban las divisas y emprendían la incierta huída. Algunos regresaban a sus hogares, otros se apresuraban a encontrar algún medio que les condujera hacia el exilio. Mi abuelo, a la sazón padre de familia y reclutado por la República con las quintas de los llamamientos más maduros, acompañaba a un comisario que le decía:
-¡Palasí, acompáñeme hasta Valencia que allí nos espera un barco!
Temeroso de cualquier reacción violenta mi abuelo hizo lo que le pedía. Conforme descendían de la sierra iba quedándose atrás, cada vez más y más rezagado, hasta que llegado un punto en el que ya mediaba cierta distancia de seguridad le gritó:
-¡Adiós, me voy a mi casa!
Para los que lograron sobrevivir, aquella tragedia había terminado. Ahora empezaba otra.
Ambas tragedias siguen doliendo a muchos, y aunque sólo fuera por respeto a quienes las padecieron, las nuevas generaciones no debieran olvidarlas.
JUAN FCO. FUERTES PALASÍ

jueves, 6 de octubre de 2011

VI PUJADA AL CASTELL DE CASTRO 30.10.11

El Club Castro Alfondeguilla, com tots elS anys a organitzat la seua pujada anual al Castell de Castro.

Podeu trobar tota l'informació en aquest enllaç.

miércoles, 10 de agosto de 2011

PRESENTACIÓN DE LA PUESTA EN VALOR DE LOS RESTOS DE LA GUERRA CIVIL EN VIVER (CASTELLÓN)

SABADO 27 DE AGOSTO
18:30 Horas. Centro Cultural “El Almendro” (“Teleclub”):
-Intervención de BCM. Patrimonio y Arqueología, autores de la puesta
en valor “Frente de Viver”.
- Presentación del libro "Espías y guerrilleros en la Sierra de Espadán",
a cargo de su autor Clemente González García.
-Presentación del libro "Resistir es vencer, el frente de Viver en la
Guerra Civil Española", a cargo de su autor Ramón Juan Navarro.

DOMINGO 28 DE AGOSTO
10:00 Horas. Centro Cultural “El Almendro”.
Inicio de la visita guiada a los restos de Ragudo y S. Roque, a los que
accederemos cada uno en vehículo privado En las zonas tendrá lugar
una recreación a cargo del grupo “Línea XYZ”.
Imprescindible ropa cómoda.

jueves, 26 de mayo de 2011

LOS OTROS HÉROES

La Infantería es por excelencia el arma que monopoliza toda la gloria y el heroísmo en el elenco de medallas y condecoraciones otorgadas en acciones de guerra. En el otro extremo, con toda la humildad, agazapada en un rincón, sin esperar nada a cambio, queda la logística, los servicios, que en silencio logran alimentar la batalla, consiguen mover las máquinas, dotan las armas, sustentan al combatiente y sanan sus heridas.
En silencio y con no menos arrojo los médicos ejercen en la guerra con una fortaleza singular, más allá de los límites humanos, conociendo y reparando las desgarradoras heridas físicas de la lucha moderna que en no pocas ocasiones convierten a los soldados en verdaderos despojos, auténticas piltrafas humanas que por todos los medios procuran ocultarse a la opinión pública y a la sociedad.
En este quehacer callado uno de los tipos de herida que, aunque no fueron habituales, se dieron en nuestra guerra civil, fue el producido por las granadas de mortero no estalladas, contingencia que multiplicaba el peligro mismo del suceso ante el evidente riesgo corrido por el equipo medico que debía atender a la, por añadidura, aterrorizada víctima. Los americanos reclamaban para sí el primer caso de cura a un herido por granada no estallada acontecido en la guerra de Corea, pero los primeros casos documentados, hasta hoy al menos, corresponden a nuestra contienda.
Uno de ellos fue el de un soldado perteneciente a la 48 Brigada Mixta, Blas Martín Mora, de 22 años y natural de la provincia de Toledo. En la madrugada del 2 de julio de 1937 los sanitarios lo acercaron en camilla, por no atreverse a su evacuación en ambulancia, hasta el hospital ubicado en el madrileño hotel Palace, ya que presentaba una bomba de mortero enclavada a nivel del tórax izquierdo, mientras que en la región posterior, en la zona escapular, se apreciaba una prominencia cubierta por los músculos y la piel. El estado del herido era de una gran ansiedad, ya que no ignoraba que el proyectil que albergaba en su cuerpo no había estallado.
Una de las primeras acciones que realizó el equipo médico fue la de avisar al artificiero para que tratara de desmontar la espoleta de la granada, pero este aseguró desconocer el tipo de granada y desapareció pronto de la escena.
Ante tal estado de cosas, el doctor Cosme Valdovinos, médico cirujano que dirigía la operación, solicitó tranquilidad. Todo transcurrió rápidamente y mientras un ayudante sujetaba la granada, el doctor se dedicó a abrir el boquete, hasta que tirando del proyectil fue posible extraerlo. El herido, una vez concluida la delicada maniobra y salvando la angustia pasada en el trance, sólo tenía dos costillas fracturadas y el hueso omóplato izquierdo con múltiples esquirlas.

Otro caso queda documentado en el Sanatorio del doctor León, también en Madrid. Allí llegó un herido portando un proyectil enclavado en la región posterior del brazo que, completamente desahuciado, nadie había querido atender. Al parecer, y según sus propias manifestaciones, el pobre herido había recorrido varios centros sanitarios sin recibir atención en ninguno. En el hospital fue atendido por el doctor Sanchez Brezmes, quien haciéndose cargo de la situación comenzó por darle ánimos. Siendo convenientemente anestesiado y con una buena dosis de valor, el cirujano procedió a seccionar los tejidos por encima de la espoleta, liberando ésta de los tejidos que la cubrían. Una vez desenroscada la propia espoleta, el cuerpo de la granada fue extraído por el otro lado, a través del mismo orificio de entrada, sobre el que se practicó una incisión que permitió la liberación. El proyectil había ocasionado una fractura de húmero de la que la víctima quedó totalmente curada y sin secuelas.
Existe documentado algún caso más, cuya extracción resultó algo más aparatosa por las precauciones tomadas por los respectivos equipos médicos, cautelas, por otro lado, nada censurables, habida cuenta del riesgo que se corría.
Uno de ellos aconteció también en el Palace, el modus operandi después de anestesiar al herido fue el de atar una cuerda al estabilizador de la granada (las aletas propiamente dichas) y a través de un boquete abierto en la pared tirar de la cuerda desde la habitación contigua.
Otro caso sucedió durante la batalla del Ebro, en el que el herido presentaba también un proyectil de mortero clavado en el tórax. El procedimiento de extracción fue similar al anteriormente descrito, pero al tratarse de un hospital de campaña la cuerda se ató a un árbol mediante una polea. Al herido se le sentó en una silla y desde la parte de atrás de unos sacos terreros instalados al efecto, y a la voz del cirujano, los artificieros tiraron hasta que el proyectil quedó en el aire balanceándose peligrosamente. Al instante uno de los artilleros cortó la cuerda y lanzando la bomba por encima de un parapeto preparado igualmente para la ocasión, produjo una gran explosión.
Es una muestra de casos médicos entre miles de los que acontecieron en nuestros frentes, sin publicidad, sin gloria, sin laureles. La Historia a veces se olvida del famoso adagio: “por un clavo se perdió una herradura, por una herradura un caballo, por un caballo un general, por un general una batalla, por una batalla una nación”. La Historia a veces se olvida que el clavo lo fundió el más sencillo de los forjadores, lo transportó el más humilde de los acemileros y lo ajustó el más modesto de los herreros.

JUAN FCO, FUERTES PALASI

viernes, 29 de abril de 2011

EN EL ÚLTIMO PLENO DEL AYUNTAMIENTO NULES APRUEBAN SOLICITAR "EL BIEN DE RELEVANCIA LOCAL", PARA SUS BUNKERS


El pasado lunes, fui con unos amigos a enseñarles los Bunkers de Nules.

Al contemplarlos, se quedaron sorprendidos de ver lo que estaban observando. Más aún se quedaron sorprendidos de ver en el lamentable estado que se encuentran algunos de ellos.

No tenían ni idea que se encontraban estas grandes instalaciones militares, tan cerca de sus domicilio, la pregunta siempre es la misma, que bando lo construyeron, aunque sabían que el frente precisamente se quedo por estas tierras.

Me llamó la atención la pared y cimientos que habían construido en uno de ellos, me pregunté ¿Que por fin querrán hacer alguna cosa para protegerlos?. De los cuatro existentes, al menos se ve la intención en uno de ellos.

Para algo habrá servido las constantes y diversas peticiones que se han hecho ante el Ayuntamiento de Nules por diferentes colectivos en proteger estos espectaculares Bunkers, restos de la edificación militar de nuestra pasada Guerra Civil.

Hoy por la mañana me llama mi hermano, también sensibilizado en estos temas y me da la noticia que ha leído en el periódico, por fin en el último pleno del Ayuntamiento de Nules aprueban por unanimidad el solicitud de declaración de bien de relevancia local para los búnkers de la localidad.

Hay que recordar que durante la construcción de la autopista destruyeron uno y otro quedó destrozado en una parte como podemos observar en una de éstas fotografía.

Hay un dicho popular que dice:
Nunca es tarde, cuando la dicha es buena.
Ésto debe ser el principio de muchas actuaciones, ojalá se haga bien.

NOTICIAS RELACIONADAS:
El periódico
La plana al día
Las provincias
El Mediterráneo


Actuaciones:
Los bunkers de Nules abandonados.
Los bunkers de Nules
LERMITAMON, Los bunkers de Nules (03.04.2010)
La plana al día, descubren...

jueves, 14 de abril de 2011

TESTIMONIS DIRECTES DE LA GUERRA CIVIL

La Rodalia, "PERSONATGES DIRECTES DE LA GUERRA CIVIL"
Artículo publicado por Nel.lo Navarro, en el suplemento del mes de Març en La Rodalia


LA RODALIA DIGITAL.com, periòdic comarcal de la Plana Baixa


ARQUITECTURA MILITAR, A LA PLANA BAIXA.

La Rodalia, "Arquitectura militar"
Artículo publicado por Nel.lo Navarro, en el suplemento del mes de Març en La Rodalia

LA RODALIA DIGITAL.com, periòdic comarcal de la Plana Baixa

Un viaje al infierno de las trincheras

Un artículo publicado en el periódico gallego el Progreso de Lugo, el pasado día 10.01.2011

En dicho artículo narra los hechos vividos por Gerardo de Marianova, en la Guerra Civil.

TOMÁS AGUILAR MARTÍN. PILOTO DE CAZA DE LA REPÚBLICA

TOMÁS AGUILAR MARTÍN. PILOTO DE CAZA DE LA REPÚBLICA

Desde siempre me han apasionado las fotografías antiguas. Dentro del milagro fantástico que supone atrapar el tiempo en un instante, personajes anónimos en unos casos, queridos en otros, todos ya desaparecidos de entre nosotros, nos miran desde el otro lado del papel. En ese instante captado por la cámara quedan reflejados multitud de detalles anatómicos y psicológicos que, unas veces ponen a prueba la agudeza del observador, y otras, alimentan su fantasía; siempre en el convencimiento de que la imagen está intentando narrar toda una serie de acontecimientos que van mucho más allá de la apariencia del propio soporte fotográfico.

Fruto de mi afán y mi afición por mantener vivo de alguna manera parte del espíritu de esas personas, llegó a mí, un poco por casualidad, la fotografía de los aviadores republicanos de la base aérea de El Carmolí en Murcia, tomada el día de Navidad de 1938. Dormida durante algunos años en mi carpeta, poco sabía de la historia de uno de los personajes que en ella aparecen, la de Tomás Aguilar (segundo por la derecha), porque poco era lo que Tomás quería contar. Cuando el pasado afloraba a su cabeza la emoción lo alienaba y lo bloqueaba por completo, fenómeno muy frecuente entre aquellos que han vivido tan dura experiencia como es el paso de una guerra y la no menos traumática posguerra.

Cuadro de texto: 25-12-1938. Los pilotos de la base murciana de El Carmolí posan bajo las alas de un Koolhoven FK-51, aparato holandés utilizado en tareas de entrenamiento, caza nocturna i reconocimiento. Armados con dos ametralladoras tenían la misión de interceptar a los bombarderos nacionalistas que, desde Mallorca,  atacaban  Valencia.





Tomás Aguilar Martín nació en 1916, en Casas Bajas, en el Rincón de Ademuz. Habiéndose proclamado la rebelión fascista en julio de 1936 y prolongándose en el tiempo como una verdadera guerra civil, el gobierno de la República se vio en la necesidad de formar nuevos pilotos con los que alimentar la voracidad del frente. La evolución de la situación política internacional forzaría al gobierno republicano a tener que depender, casi exclusivamente, de la ayuda de la URSS. Dentro de esa ayuda militar soviética se incluía la formación de los futuros pilotos republicanos, quienes, después de pasar una duras pruebas de selección en tierra española, se lanzaban a la aventura de atravesar el Mediterráneo para recalar en el puerto de Odessa y, recorriendo las inmensas extensiones rusas, llegar a la escuela de vuelo comunista de Kirovabad en el Cáucaso, donde poder cumplir el sueño de convertirse en pilotos, emprendiendo después el largo camino de vuelta. De esta manera Tomás llegaría a se uno de los selectos alumnos de las cinco promociones de aviadores que se formarían en la Unión Soviética.

Una anécdota

Ya en Espanya, Tomás Aguilar prestó sus servicios en el mencionado aeródromo 212 de El Carmolí, donde se hallaba la Escuela de Vuelos Nocturnos. Esta base aérea republicana realizaba servicios de escolta, reconocimiento, vigilancia marítima y bombardeos nocturnos. Entre las acciones de defensa costera, los aviones de El Carmolí tenían la misión de impedir la aproximación de los submarinos italianos a las costas, lanzándonos desde el aire sus cargas de profundidad.

El servicio de una de estas misiones fue a corresponder a un piloto castellonense, Joaquín Betoret Oms (en la fotografía, de pie, séptimo por la derecha). Éste, en el momento de partir a cumplir con su trabajo, detectó un sonido extraño en el motor del avión, por lo que pidió que los mecánicos revisaran el aparato antes de emprender el vuelo. En este punto, Tomás Aguilar, de carácter impulsivo y quitándole importancia a aquel supuesto ruido, se prestó voluntario para realizar la misión, aunque no le correspondía.

Dicho y hecho, Tomás despegó. Pero, cuando no habían transcurrido más que unos minutos de vuelo, el motor comenzó a fallar, viéndose forzado a efectuar un aterrizaje de emergencia en un campo de olivos. En el accidentado aterrizaje las alas del avión quedaron destrozadas al chocar con los árboles, y el resto del aparato (el “puro”, como le llamaban), dando varias vueltas, quedó clavado de morro en el suelo. Tomás, consciente en todo momento, había quitado el contacto. Viéndose ileso, se desprendió de los atalajes, alejándose tan rápidamente como pudo de los restos, y un buen rato después fue recogido por una ambulancia.

Tomás Aguilar participaría en diversas acciones de guerra, pero la más llamativa, por la categoría del piloto enemigo derribado, fue la que protagonizó junto a sus compañeros de escuadrilla al final de la contienda. Una historia que llegó hasta mí por terceras personas, habida cuenta del bloqueo emocional por parte de su protagonista, y del que ya hemos hablado.

Efectivamente, de resultas de ese combate resultó derribado el aviador Manuel Vázquez Sagastizábal, que en aquellos momentos era considerado como uno de los primeros ases de la aviación nacionalista junto con sus compañeros Joaquín García Morato y Julio Salvador Díaz Benjumea.

Esta es la historia.

El último cartucho de la República: la batalla de Peñarroya

La ofensiva republicana en Extremadura, conocida como la batalla de Peñarroya, desarrollada por las fuerzas republicanas durante el mes de enero de 1939, ha sido ignorada por la historia oficial, considerándola como una acción menor. Pero nada más lejos de la realidad. Y es que después de la victoria en la batalla del Ebro la magnitud de la derrota republicana en Cataluña era inmensa. Los ejércitos franquistas arrollaban al enemigo empujándolo de manera imparable hacia los Pirineos y la propaganda oficial no podía permitir de ninguna manera que este brillante avance sobre los despojos de la República se viera ensombrecido por la acción de un enemigo que ya se consideraba batido.

Pero durante los primeros días de 1939, a sólo tres meses para el final de la Contienda, el maltrecho Ejército Popular aún iba a jugar la última de sus bazas, poniendo en apuros al somnoliento Ejército del Sur del general Queipo de Llano. Efectivamente, al mando del general Escobar se iban a poner en movimiento 90.000 hombres que, partiendo desde Badajoz y penetrando en el frente andaluz, amenazarían la retaguardia enemiga y aliviarían la presión fascista sobre la región catalana y sobre Barcelona, entonces capital de la República.

Fue durante esta ofensiva en la que el joven capitán Vázquez Sagastizábal, héroe de la aviación nacionalista, iba a encontrar la muerte. De esta acción, como de tantas otras, la historiografía oficial ha pretendido ensalzar a sus mártires, y en el caso de Vázquez Sagastizábal lo hizo pretendiendo un combate contra un enemigo muy superior en número (nada menos que tres contra doce). Pero la realidad, como enseguida veremos, fue más prosaica, humildemente narrada y reconocida por sus protagonistas directos.

Cuadro de texto: 1937. Vázquez Sagastizábal (primero por la derecha) en una fotografía con la escuadrilla de García Morato (cuarto por la izquierda) en el aeródromo de Sariñena (Huesca).




El derribo de Vázquez Sagastizábal

Finalizada la campaña del Ebro, la aviación republicana había quedado reducida a unos niveles operativos mínimos. Cada vez más, los pilotos rojos debían de emplearse a fondo mediante agotadoras jornadas para mantener una mínima presencia sobre los cielos.

Durante la mencionada batalla de Peñarroya, en una de las misiones de reconocimiento en las proximidades de Pozoblanco (Córdoba), dos escuadrillas de I-15 “Chatos” volaban bastante separadas y a distintas alturas. La verdadera protagonista de la historia fue la tercera escuadrilla, mandada por el teniente Álvaro Muñoz y en la que se encontraba Tomás Aguilar. El teniente Muñoz, en un momento dado, divisó volando de cara hacia ellos pero a más baja altura, una escuadrilla enemiga de Fiat CR-32 “Chirris”, que acercándose cada vez más no daba muestras de haberles visto. En este punto, disponiendo de mayor altura y contando con el factor sorpresa, se dio presto la señal de combate. Todo fue muy rápido, en una sola pasada la escuadrilla de siete “Chatos” derribó a tres Fiat y los paracaídas de sus pilotos aparecieron enseguida en el aire, uno de ellos era el de Vázquez Sagastizábal, su jefe. El resto de los Fiat, ante el desconcierto, sin líder y viéndose en inferioridad numérica, no pudieron hacer otra cosa que dispersarse lo más rápidamente posible. Cuando llegó la segunda escuadrilla de “Chatos” ya estaba todo hecho, prácticamente sin combate, sin heroísmos, sin demostraciones, en una situación donde nada tuvo que ver la pericia ni la veteranía, sólo la fortuna, que se alió totalmente con uno de los dos bandos.

El capitán Vázquez Sagastizábal, con heridas de gravedad, moriría poco después en un hospital republicano de Pozoblanco.

Esta fue prácticamente la última misión de Tomás Aguilar y de sus compañeros. Pronto llegaría la derrota y el amargo exilio o la terrible posguerra para los que no pudieron o no quisieron huir. Éste fue el caso de Tomás.

La posguerra y la cárcel

Finalizado el conflicto, Tomás, en el convencimiento de que no había hecho nada malo más que cumplir con su deber, no huyó, quedándose en Valencia donde se encontraba toda su familia. Su propio hermano había sido mecánico de aviones en la zona Nacional. Pero las nuevas autoridades no tardaron en proceder a su detención, siendo encarcelado en la cárcel Modelo. De aquí pronto sería trasladado al monasterio de El Puig, habilitado como prisión. Allí pasó cuatro terribles años prisionero y sobreviviendo en durísimas condiciones. El hacinamiento en los módulos de la cárcel era tal que los presos debían agacharse al pasar por las ventanas, pues los guardianes habían recibido la orden de tirar a matar a través de ellas para “dejar sitio”. Al recordar este tipo de vicisitudes todo el sistema emocional del propio Tomás se venía abajo incapaz de seguir contando nada más.

Muchos pilotos republicanos tuvieron que afrontar juicios sumarísimos acusados de “haber asesinado” en acción de guerra a sus iguales del bando nacionalista. En este sentido, y aunque me salga un poco del tema, es preciso recordar el comportamiento honorable de la familia del aviador nacionalista Carlos Haya, derribado durante la Contienda. En el juicio celebrado en Valencia contra los aviadores republicanos que lo derribaron, el fiscal les tachaba de “asesinos”, a lo que la viuda y el propio hermano del capitán Haya le respondieron que el aviador no había sido “asesinado”, simplemente falleció durante un combate en el frente.

Una postura digna de resaltar en un ambiente tan lleno de odio como el que a Tomás le tocó vivir. Pero esto ya es otro tema.

JUAN FRANCISCO FUERTES PALASÍ