martes, 28 de mayo de 2013

Una localización geográfica.



UNA LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
No suele ser frecuente la localización geográfica en campo abierto de una fotografía histórica.  La identificación de un lugar se vuelve dificultosa por las miméticas formas del relieve y por los inevitables cambios del elemento natural producidos por el paso del tiempo o por la, más agresiva, mano del hombre. Tampoco la localización de un escenario histórico reviste un interés especial, salvo la posibilidad de una excavación arqueológica si el marco ha sido testigo de una batalla o de cualquier acontecimiento que haya dejado un interesante registro arqueológico. Digamos que, en términos generales, la identificación no va más allá de la curiosidad histórica, pero en todo caso siempre resulta interesante la valoración misma y la relación entre personaje, acontecimiento y escenario histórico que se nos presenta ante una antigua instantánea como esta.


El ministro José Giral giraba una visita por el frente de Levante y asistía en la partida de la Francuda, término municipal de Almenara, a unos ejercicios tácticos por parte de la  75 Brigada Mixta.
  
El mismo lugar 75 años después. Los naranjales cubren hoy el escenario que pisaron los gloriosos protagonistas que interpretaron el desenlace de la tragedia
   
En ella aparece la figura del ministro José Giral durante una visita al frente de Levante a finales de octubre de 1938. Por aquel entonces el ejército popular daba sus últimas bocanadas de vida, las victorias en el Ebro ya quedaban atrás y en el sector levantino se preparaba el postrer órdago en la ofensiva de Nules que en apenas dos semanas se iba a desarrollar. De todo el acontecimiento daba cuenta el fotógrafo valenciano Finezas como reportero gráfico, en este caso para la publicación de la 75 Brigada “Balas Rojas”.
Al igual que para las armas y las tácticas, la Guerra Civil Española fue también campo de experimentación para los reporteros gráficos. Para entonces el tradicional relato periodístico se veía superado por la fidelidad viva y directa del suceso narrado por la fotografía. Esta, desde luego, seguía siendo tan subjetiva como la crónica escrita, pues el fotógrafo en todo momento era, y es, el que decide presentar tal o cual encuadre, de acuerdo con su voluntad o intencionalidad. Pero en este caso la maestría de Finezas parece captar la tensión sostenida del momento, así como de toda la serie que la acompaña. Los rostros de los protagonistas, especialmente los de Menéndez (con cazadora) y del propio Ministro, reflejan cierta preocupación. Lejos quedaban las imágenes de combatientes exultantes repletos de confianza en una victoria que ahora se alejaba cada vez más. En aquellos momentos el panorama para la República era ciertamente sombrío y los hombres con una mayor responsabilidad, probablemente, comenzaban a adivinar y a preocuparse por el incierto final. 
TODA LA SERIE FOTOGRÁFICA EN “LA BATALLA OLVIDADA”. Ed. Divalentis, 2013
Juan F. Fuertes Palasí

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