Los amantes
del coleccionismo saben perfectamente de la magia de los objetos. Su posesión,
su tacto o su simple contemplación generan en su propietario una especie de
encanto difícil de describir, una suerte extraña de energía que surge de aquel
cuerpo inanimado que, en su día, fue protagonista de una historia.
Es el caso de
nuestra “reja de la guerra”, ubicada sobre una vetusta vivienda de la avenida
burrianense de Joan Baptista Sanmartín, en la margen derecha del río Seco, y
uno de los últimos vestigios materiales de los acontecimientos de la batalla de
Levante. El conocedor de nuestra “batalla olvidada” sabrá el porqué de estas
peculiares huellas.
El nº 6 de la Avda. Joan Baptista Sanmartín y detalle de los desperfectos
en el balcón de la vivienda
Efectivamente,
eran las cuatro de la madrugada del 5 de julio de 1938 cuando una tremenda
explosión sobresaltaba a cuantos dormían en las inmediaciones de la población
de Burriana. Literalmente el campanario había volado por los aires. Mediante
esta acción, los republicanos evitaban que los franquistas pudieran repetir el
episodio de Villarreal. Allí, días atrás, los observadores de la artillería rebelde
se habían instalado en la torre de la Arciprestal y desde aquel mirador
excepcional pudieron orientar el tiro de sus baterías.
Ahora no sucedería
lo mismo y el esbelto campanario que dominaba absolutamente toda la Plana era
destruido sin contemplaciones. Las 32 cargas de dinamita colocadas en su base
fueron el anuncio de que la ciudad era abandonada por sus defensores. Los
republicanos retrocedían hacia Nules en lo que venía siendo la tónica durante
toda la batalla de Levante: la retirada ordenada y el posicionamiento en
retaguardia sobre cualquier accidente del terreno mientras se intentaba
desgastar al enemigo. El paradigma de la batalla defensiva estudiado en los
manuales de táctica en las academias militares de la época.
Esta misma
dinámica venía repitiéndose desde Aragón. Así, después de la toma de Castellón
a mediados de junio, los republicanos retrocedían a toda prisa para intentar
hacerse fuertes en el lado derecho del Mijares, pero la entrada sorpresiva de
los nacionalistas en Villarreal el día 18 hacía peligrar a las unidades
apostadas junto al cauce, prestas a la batalla defensiva. Amenazadas por el
copo abandonaban también Almazora, debiendo retroceder de nuevo hasta Burriana
y allí, en mejores condiciones, intentar hacerse fuertes al otro lado del río.
Es en este
momento, con el avance hasta la línea defensiva del río Seco, cuando los
franquistas de la 83 división son detenidos, y durante dos semanas se
desarrollarán los combates que protagoniza nuestra “reja de la guerra”. La
vivienda convertida en parapeto sobre la que hostigar a los atacantes, al igual
que todas las de la línea del río, debió sufrir numerosos desperfectos.
Pero el
imparable avance nacionalista hacía repetir la historia una y otra vez.
Descolgándose ahora desde Bechí, las fuerzas franquistas amenazaban Villavieja
y el riesgo de cerco volvía a hacerse presente. De nuevo había que abandonar
Burriana a toda prisa. Quedaba atrás una población completamente destruida y que
en las inmediatas jornadas emprendería la enorme y penosa tarea de la
reconstrucción.
Vista de la reja derecha. En el reflejo de los cristales se observa la
perspectiva de la marginal izquierda del río Seco, lugar de posicionamiento de
las tropas franquistas atacantes.
Durante muchos
años, la evidente escasez de materiales hizo útil para los moradores de la
vivienda a nuestra maltrecha reja que, como tantas otras ya desaparecidas, fueron
testigos inertes de aquellas dramáticas jornadas.
En esta panorámica puede observarse en el centro mismo de la imagen, la
vivienda de nuestra “reja”. Los ojos centrales del puente han sido voladon para
impedir el paso de los rebeldes. Los montones de escombros en el lecho del río
anuncian que las labores de reconstrucción ya han comenzado.
Aunque
sencillos, estos elementos patrimoniales no debieran caer en el olvido y
merecerían de sus propietarios o de la misma administración municipal una
especial conservación para la posteridad como humilde memoria de nuestra
Historia.
Artículo escrito por: JUAN FCO. FUERTES PALASI
Interesante y curioso artículo, muy bien documentado y con unos documentos gráficos excelentes.
ResponderEliminarEnhorabuena al articulista pero, sobre todo, felicidades al fotógrafo que ha realizado un excelente trabajo.
Ciertamente meritorio el trabajo gráfico.
EliminarUnos primeros planos que reflejan y complementan con todo detalle el contenido del artículo.
Enhorabuena al fotógrafo.
Suscribo lo mismo que el comentario anterior. Enhorabuena a ambos y que prosigan en esta loable iniciativa.
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